Una sorpresa inesperada
Hace algún día leiendo un post, escrito por un amigo, me dió algo de tristeza pensar en como ciertos rincones - y sobretodo ciertas atmósferas - de Barcelona van desapareciendo dejandola cada día un poco más parecida a otra ciudad cualquiera.
En mi caso además la situación se hace más grave ya que a la tristeza por la perdida se añade el remordimiento de no haber saboreado los lugares y las atmósferas que se van extinguiendo.
De todas formas por aquel entonces no podía ni imaginar la tragedia que iba a caer sobre todos nosotros.
Otro rincón caracteristico de Barcelona ha desaparecido: el sitio del que hablo era un pequeño bar simbolo de la multiculturalidad de Barcelona y de la tolerancia allí, apretados, bebían hombres trajeados al lado de paletas.
Hoy también esta realidad ya no existe: su lugar es ocupado por un frío bar que se llama Havana, regido por chicas cubanas - supongo - que difunde odiosos ritmos caraíbicos.
El bar Havana fué inaugurado el pasado viernes 7 de mayo y cualquiera puede imaginar mi tristeza ante la evidencia que nunca hubiera vuelto a ver la encantadora dueña del bar que hasta hace poco ocupaba el mismo lugar, es desgarrador pasar delante de ese bar y no ver la hermosa sonrisa (al finál de sus larguísima piernas) de N.
Así mismo creo que todo el mundo entenderá la emoción que esta mañana hemos tenido mi coche y yo juntos, cuando la señorita en cuéstion ha cruzado la calle en el paso cebra justo delante de nosotros.
Esplendida como siempre
En mi caso además la situación se hace más grave ya que a la tristeza por la perdida se añade el remordimiento de no haber saboreado los lugares y las atmósferas que se van extinguiendo.
De todas formas por aquel entonces no podía ni imaginar la tragedia que iba a caer sobre todos nosotros.
Otro rincón caracteristico de Barcelona ha desaparecido: el sitio del que hablo era un pequeño bar simbolo de la multiculturalidad de Barcelona y de la tolerancia allí, apretados, bebían hombres trajeados al lado de paletas.
Hoy también esta realidad ya no existe: su lugar es ocupado por un frío bar que se llama Havana, regido por chicas cubanas - supongo - que difunde odiosos ritmos caraíbicos.
El bar Havana fué inaugurado el pasado viernes 7 de mayo y cualquiera puede imaginar mi tristeza ante la evidencia que nunca hubiera vuelto a ver la encantadora dueña del bar que hasta hace poco ocupaba el mismo lugar, es desgarrador pasar delante de ese bar y no ver la hermosa sonrisa (al finál de sus larguísima piernas) de N.
Así mismo creo que todo el mundo entenderá la emoción que esta mañana hemos tenido mi coche y yo juntos, cuando la señorita en cuéstion ha cruzado la calle en el paso cebra justo delante de nosotros.
Esplendida como siempre
2 Comments:
La belleza permanece en el recuerdo.
Supongo que la habrá retirado algún industrial...
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