lunedì, febbraio 06, 2006

Nunca más

La complejidad de la relacciones sociales nos obliga a seleccionar los seres con los cuales nos interesa instaurár una relación de amistad.
A menudo no tenemos el tiempo o los elementos suficientes para juzgar si estaremos bién avenidos con alguién.
A lo largo del tiempo yo he venido desarrollando una estrátegia de selección infalible y bastante parecida a la selección naturál.
Simplificando el fundamento de la selección naturál es que un ser viviente manifiesta una habilidad, aparentemente insignificante, que le facilita o imposibilita la vida en un determinado entorno y por consecuencia será capaz, o no, de pasar sus genes a su descendencia.

Para decidir si quiero mantener una relacción sociál con alguién me baso en comportamientos que para cualquiera serían insignificantes.
Para mí, y mís ojos expertos, dichos comportamientos són fundamentales.
Por ejemplo me niego a intratener ulteriores relacciones con quién me llame en cuanto empieze el telenoticias, dicha actitud es particularmente sugerente si se desarrolla preferentemente en los domingos.

Vamos a ver como podemos interpretar dicho comportamiento solo aparentemente insignificante:
el subjeto llamante evidentemente tiene la propensión a mirar televisión basura, en cuanto el programa para decerebrados acaba, nuestro llamante, desinteresado a informarse, y descuidando el derecho a la información del llamado, intraprende una llamada telefonica que, si no tenemos suerte, podría llegar a oscurar todas las notícias anteriores a los deportes.
Dicho comportamiento es agraviado por el hecho que desde hace poco TVE1 y Telecinco emiten las notícias a la misma hora.

Te llamaba para que vengas a cenar, ¿cuando te iría bién?
Nunca más.