lunedì, maggio 15, 2006

Entre demonios y polvo



La actuación de anoche de Bruce Springsteen en Badalona ha aclarado que si hace un año el se planteaba elegir entre demonios y polvo hoy ha elegido.
Ha elegido el polvo como cualquier hombre haría.
Así que se ha presentado sobre el escenario con una banda casi exclusivamente folk, cuidando hasta la indumentaria de los músicos que iban vestidos como los campesinos estadounidenses que vemos en las pelis que representan las zonas más rurales de ese continente.
Una elección sin duda interesante ya que el repertorio y el genero propuestos no eran los al que el Boss tiene acostumbrado su publico.
Aún más interesante si se considera que las entradas habían sido vendidas antes de que el disco que recoge este desafío saliera a la venta.
Parece una elección no sólo musical sino también una elección politica: Bruce Springsteen se comprometió en los días de la campaña electoral americana en contra del presidente Bush y en este mismo concierto vuelve a arremeter en contra del reelegido Bush.

Da la impresión que ante la desilusión de que los demócratas - que él había apoyado - salieran derrotados en las urnas el Boss haya intentado volver a un pasado impreciso - una especie de Eden -, agarrarse a las tradiciones y de allí volver a empezar con las armonías country de los vaqueros.
Personalmente hubiera apreciado más valentia ya que si tanto le importan los derechos de los más indefensos, hubiera valido la pena poner más atrás las agujas del reloj ya que cuando los vaqueros bailaban y cantaban estos ritmos los indios ya estaban exterminados.

De todas formas, si queremos valorar exclusivamente desde un punto de vista musical la performance, hay que reconocer que el experimiento es sorprendente: el banjo hace las veces de la guitarra rock solista con mucha dignidad y mientras el espectáculo avanza las armoniás más puramente country se mezclan con las que Bruce Springsteen utiliza habitualmente además con pequeñas incursiones en algo de swing y en atmósferas levemente - e inevitablemente ya que Bruce durante su performance da un sentido homenaje a New Orleans como cuna de la música y víctima del huracan Kathrina - jazz.

Un concierto interesante bajo muchos aspectos sobre todo porque yo personalmente he estado prácticamente en el backstage.
Nadie se equivoque, no estaba acreditado para ír libremente por el backstage: sencillamente es que las empresas que venden las entradas de conciertos se permiten vender entradas que prácticamente están detrás del escenario haciéndose fuertes del hecho que operan en regimen de oligopolio si no de monopolio.

Habría que poner un límite razonable - me permito aquí apelar a las autoridades ya que defienden a inversores arriesgados ¿por qué no defienden al público de los conciertos y los que pierden dinero invirtiéndolo en las tragaperras? - a esta anarquía impune que, junto a la decisión de llevar la unica exhibición española de este artista de gran reclamo a una ciudad absolutamente no preparada para absorber la ola de los asistentes, ha representado la única sombra del día de ayer.

PD y que adie se emocione cuando el Boss habla en catalán: ayer al disculparse por su "mala pronuciación del español" dejó claro que cree estar hablando español cuando habla catalán

1 Comments:

Blogger SallanWorld said...

Los que venden las entradas de un concierto están en situación de monopolio (para ese concierto), aunque compiten con otros bienes similares (lo que den por la tele ese día, el cine, etc.).

Pero la autoridad tiene que intervenir ya: fusilando al amanecer a los que hacen fotos sin parar y cantan a gritos las canciones, y limitando el número de altos que entran a un concierto. O al menos, obligarles a ponerse en última fila.

Es indignante que todo sea comodidad para los que acuden a un concierto de música clásica, y que los que han pagado su entrada para un concierto de rock sean tratados como ganado...

09:55  

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