domenica, dicembre 13, 2009

Aleluya


Lamentando mucho que las consecuencias del puñetazo a Berlusconi hayan sido tan limitadas puedo celebrar la existencia de una persona cuerda en Italia, que uno ya empezaba a dudar.
Por fin un señor ha tomado la iniciativa y ha hecho lo que, desde siempre, se hace entre hombres cuando hay por el medio un hijo de puta: ha ido y le ha partido la cara a Berlusconi a puñetazo limpio y con dos cojones.
Chapeau!

Ahora están pintando el heroe como un enfermo mental, pero Massimo Tartaglia es un heroe: como mínimo le ha recordado al sujeto ese que se puede montar todas las leyes que quiera pero sigue siendo bastante vulnerable y que la cara, aunque él la tenga muy dura, es un organo muy sensible.
Ahora solo falta que los demás cuerdos que quedan tomen conciencia y se animen un poco.
Lo que me jode es que uno va y por fin decide defenderse y lo pintan como un agresor... pero ¿que había que esperar después de que Berlusconi tanto extremizara, exacerbara y personalizara el conflicto politico?

Hay días en los que llega la noche y te dices que sí, ha valido la pena levantarse.

Grazie Massimo.