martedì, aprile 03, 2007

Los niños pueden ser insoportables

Es la hora punta de un día laboral y un hombre sube en el metro junto con una niña, la niña es bastante pequeña no habla bien la sola palabra que sabe artícular es: "Mamá".
Llora desesperada y grita la palabra que sabe pronunciar, el llanto es desgarrador y me veo obligado a suspender la lectura de mi libro, pues es imposible leer teniendo una fuente de ruido con estas caracteristicas al lado.

Pienso un momento a los cambios que incumben en mi vida y estoy a punto de desmallarme: ¿que actividades se pueden llevar a cabo en presencia de un ruido omo este? Por supuesto ninguna.

Entonces, como si fuera una autodefensa, observo mejor la escena: la niña y el hombre que la acompaña tienen facciones típicas de los sur americanos pero el color de la piel del hombre es mucho más oscuro del de la piel de la niña.
Vista mi situación personal me repito constantemente: "Tranquilo no es normal que los niños lloren tan fuerte" aunque la duda de que si no normal sea por lo menos común se insinua en mí.
Todo esto me empuja a buscar una explicación razonable por el llanto de la niña, algo que la justificaría si se encontrara en un situación extraordinaria según sú experiencia.
Lo queramos o no en las situaciones tópicas todos nos revelamos un poco racistas, así que me resuelvo por pensar: "Un hombre tan oscuro no puede ser un buen hombre además se parece muy poco a la niña".
Llegados a este momento estoy completamente convencido que el hombre ha raptado a la niña que, mientras tanto, sigue llorando en un impercebtible pero constante crescendo.

Miro alrededor: todos los viajeros siguen absolutamente tranquilos: ninguno parece compartir mi sospecha, ní las señoras ancianas avidas de protagonismo - para que nos entendamos la tipología de mujer que esta en casa bien vestida y en cuanto ve camaras de televisión en la calle, enterandose que ha pasado algo en el barrio, corre a ponerse la bata, se despeina a toda prisa y se precipita delante de las camaras a decir "el chico era una persona normal y nunca nos hubieramos esperado todo esto" - se hacen signales raros.  
Sube una pareja de esos tíos de seguridad que a veces patrullan el metro y ellos tampoco sospechan estar presenciando el rapto de un menor.
O sea que todo el mundo da por sentado y ya tiene asumido que los niños pueden ser insoportables.
Ha llegado mi parada, bajo del metro con mi desesperación y mis sospechas.

2 Comments:

Blogger Jove Kovic said...

Cuánto tiempo amigo mío, veo qué no es papá todavía. No se preocupe la cosa está hecha, ahora sólo le quedan por delante quince o veinte años de sufrimiento, hasta que comprenda que el niño o niña es un zángano irrecuperable como todos los demás, cómo lo fuimos cualquiera de nosotros.
Me alegra leerle de nuevo.

19:54  
Blogger SallanWorld said...

Del mismo modo que supongo que Syzygy ve un montón de embarazadas por la calle (desde luego, mucho más que antes), veo que se ha fijado en la típica escena del niño que llora, mientras todos pasan de él.

Alégrese de que la cosa vaya así, pues ya sabe: De te fabula narratur...

Felices vacaciones de primavera...

21:02  

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